Pedacito de luna

Recuerdo como si fuera ayer, cuando iba en la primaria, no se por que, pero NUNCA de los nunca, tuve pegue alguno con los niños, era la típica niña flaca, blancucha, paliducha y super agresiva. Siempre me gustaron los niños super morenitos, colorcito de llantita quemada, ¿por qué? no lo se, pero tenían algo sumamente especial.

Era popular entre los niños, no por mis gustos exóticos, si no por mis buenas patadas en las partes bajas, ya que era la persona perfecta, para el apodo indicado en toda la escuela. Entonces, cuando un niño me decía ..."dientes de conejo", "salchicha con patas", "araña patuda".. Grrrrrrrrrrr!!!! yo me enfurecía y me transformaba en toda una karateka! no! mejor dicho, era una Ninja! jajaja aventando patadas voladoras por todos lados!! hasta dejar a todos tirados en el piso, doblados por el dolor. ... jajajajaj Que buenos tiempos..

Pero, no todo era agresión, puesto que a pesar de tener 10 años, seguía siendo una vil niña que se chupaba el dedo... si!!! me daba una gran ansiedad por sentir el dedo en mi boca, y mas aún cuando comía sabritas y el chilito se quedaba pegado en mis dedos, no! no! no!, Dios de mi vida! era lo mejor que podía existir en el planeta tierra...

Deje de chuparme el dedo cuando cumplí 15 años.. ¿cómo? sencillo, mi mamá me lo suplicó, y comencé la típica terapia de dormir con la calceta en la mano, ponerme chile, ajo, en fin, las mil y un posimas ocultas, brebajes extraños, hechizos magicos jajaja.... hasta que al fin lo logré!

Que rico era chuparse el dedo, ahora ya de grande, lo intento, pero ya no sabe igual.. creo mi dedo ha caducado. jajajaja