Cierro los ojos y me sumergo en un sueño profundo. Fue un sueño que disfruté hace tiempo. Es inevitable despertar en este momento e intentar describir aquella sensacion mágica, tras haber vivido aquella experiencia, tras haber recordado el aroma de la tierra mojada, la fragancia de un perfume perdido en el tiempo y haber sentido el despegar de mis pies por el tiempo, por el cielo.
Disfruto cuando mi mente y todas mis emociones vibran y viajan por aquel mundo de viejos recuerdos.
Y cada vez que me alejo, añoro revivir cada momento de mis locos sueños.
Quisiera poder quedarme ahí un buen tiempo, pero mi cobarde realidad me impide continuar soñando con situaciones imposibles e inaceptables. Con mis miedos.
Es por eso, que prefiero seguir durmiendo e intentando recordar aquel viejo sueño vivido en una noche lluviosa, en la que el aroma de la tierra mojada se impregno en mi cuerpo.