Hace muchos años leí "El perfume", de Patrick Suskind. Francamente, es uno de mis libros favoritos. Ya que, en mis ratos de ocio divagantes, me hace pensar en el aroma que posee cada ser humano.
Y de repente, me da risa, porque, ciertas personas han llegado a decirme que les agrada mi aroma, y siempre justifico que es el perfume que uso en ese momento, sin embargo me dicen que no es el perfume, si no, mi aroma. Cuando les pregunto que a qué huelo, todos han coincidido: "a bebe".
Abrazo a mi hija y me encanta como huele.
Abrazo a mi madre, y me encanta como su aroma. Adoro abrazarla.
Abrazo a mi viejito chulo (mi papá), y uff! ni se diga.. me agrada su aroma.
Y esto de los aromas se ha convertido en cierta afición, pues me gusta estar desfragmentando el aroma de la gente, pues, siento que el aroma define parte de la personalidad de cada ser.
Entonces, traviesamente, llego a la conclusión que si yo huelo a bebe, soy una bebe no? jaja...
Pero bueno, el objetivo al que queria llegar con este post, era contarles que, cuando estuve en Cd. Juarez con mi abuelita Socorro, me agrado sentir su aroma, y ese aroma me lo traje en las manos.
Ahora que ella esta en otra etapa, hace un rato mientras iba manejando, llego ese aroma, su aroma, pero de una manera tan fuerte y poderosa...Lo más curioso es que, en ese momento venía pensando en infinidad de cosas y situaciones ocurridas en el día del niño y, es que ultimamente le he estado pidiendo a mi abuelita "algo" de orientación, ya que "confusión" me trae algo atarantada y el "miedo" me anda asustando mucho y lo peor es que la sabana ya no tiene super poderes... entonces en ese momento de suplicas llega el aroma de mi abuelita... y segundos después suena el celular.
Continuara...
Escasez de tiempo
Hace 3 semanas
1 Comentarios.:
Estamos a la espera de la continuación...
(Y de seguro que con tu olor natural debes oler riquísimo!)
Un beso!
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