Si. Una mascota mas. ¿En que momento sucedió que ni cuenta me di? ¿Cuánto tiempo llevaba mi hija alimentandola con queso de hebra? Ahora lo entendía todo! Sabía que su afición por el queso de hebra no era normal. No era nada, pero nada normal que mi hija comiera grandes cantidades de queso de hebra. Imaginé que era a lo mejor un gusto nuevo y placentero que su paladar había descubierto; o quizás, le encantaba la forma que adquiría el queso al momento de ser deshebrado, el estar jugando con todas las tiras, intentando meterlas todas en su boca.
Esa afición se comenzó a ser algo contagiosa, pues la mera verdad a mi también se me antojaba comer el queso como ella lo comía. Era tanta la intensidad por el queso de hebra, que hasta yo me comencé a volver adicta.
De repente, una noche, bueno a decir verdad, fue hoy. Y si, estaba yo ahí en mi recámara disfrutando del delicioso, suculento y estirable queso de hebra, cuando de repente observo que Any avienta un poquito al suelo.
-¿Qué haces? ¿por qué lo tiras? -le pregunté con tono de molestia.
-Es que le estoy dando de comer quesito a mi mascotita favorita mami. Le gusta mucho.
-¿Tu mascotita favorita?
Dios mio!! me asomé al otro extremo de la cama con demasiada curiosidad por ver la clase de animalito que era, es mas, no me podía imaginar nada. ¿Qué podría estar alimentando mi hija con queso de hebra y sobre todo que con tanta naturalidad dijera que era su "mascotita favorita"? alguna hormiguita? es normal una hormiga en la recámara, no mas! no podía haber algo mas que una hormiga, al menos eso pensé.
Y... nuevamente el Dios mio!!!!!!! Ahí estaba, la presentación oficial con la "mascotita favorita" y no era exactamente una hormiga, aunque si era de color negro. Era una TARÁNTULA! y lo peor es que era una tarántula devoradora de queso de hebra!! Una tarántula enorme y domesticada por mi hija. Pero, lo más espantoso es que la tarántula era enorme! y hablo de enorme como de 30 centímetros de alto y unos 60 centímetros de ancho. En realidad era enorme. ¿Cuánto tiempo llevaba compartiendo mi recámara con ese animal? wacala!!! Auch!!!! ¿Cuánto tiempo llevaba debajo de mi cama tragándose todo el queso de hebra?
Fue tanta la emoción de la tarántula en su presentación oficial que se sube a la cama!! maldita!! y no conforme de haber comido el queso que mi hija le había aventado, quiso comerse mi queso!! y estaba arriba de mi cama. Fuchila!! fuera! cush! cush!!
Como pude, comencé a arrebatarle el queso de la boca (bueno si a eso se le puede llamar boca con picos) sus múltiples ojos me asustaban, prefería evitar su múltiples mirada. Metí mis manos entre sus picos, le arrebaté todo el queso y la obligué a bajar. La maldita tarántula no quería y como que comenzaba a enfadarse, pero ella no me iba a vencer. Así que, como pude aventé a la tarántula al piso.
Cuando me asome a verla ya no estaba. Y lo mejor es que yo había tenido una quesadilla de queso de hebra. Ah no! perdón, una pesadilla.
He ahí mi pesadilla, la maldita tarántula no conforme de comerse mi queso de hebra, también me espantó el sueño.
Confieso que lo primero que hice cuando desperté, fue buscar debajo de la cama a la "mascotita favorita" (ñaka ñaka ñaka).
Escasez de tiempo
Hace 3 semanas
2 Comentarios.:
Ay jijo de su...
hay lunita!!!!
ya nos habias preocupado tantos dias sin señales de vida!!!!
y dejame decirte ke se te extrañaba
Publicar un comentario