Confieso que me aterra la simple idea de volver a hacer una lista de propósitos.
He decido que este año me voy a dejar llevar por el viento, la imaginación y demás agregados. Cero presiones a mi vida. Cero planes, no se, es que después, la frustración de no lograr las cosas me mata lentamente y ya quiero dejar de ser la protagonista de los suicidios con galletas animalitos. La rehabilitación es muy dura y no, no más dolor ni sufrimiento a lo menso.
Es por eso que... haré lo que quiera hacer, cuando quiera hacerlo y con quien quiera hacerlo (aunque esto último se haya leído un tanto sugestivo, no deja de ser la mera verdad).
Sólo eres el conductor, no el dueño de ti mismo
Hace 2 días
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